El domingo 27 de junio de 2016 será recordado como uno de los días más tristes en la historia de fútbol. Lionel Messi perdió su tercera final consecutiva con Argentina y estalló en llanto frente a millones de televidentes alrededor del mundo.
Las lágrimas del crack del FC Barcelona obedecían a que Chile le había vuelto a ganar la final de la Copa América por penales, fallando el astro argentino el primero de la tanda. Semejante resultado desencadenó su renuncia a seguir vistiendo la Albiceleste.
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"Se terminó para mí la selección. No es para mí. Lamentablemente lo busqué, era lo que más deseaba y no se dio", explicaba Messi al tiempo que las redacciones deportivas quedaban paralizadas por su decisión. Afortunadamente, la congoja de Leo duró solo un par de meses.
Tras pensar con cabeza fría las cosas, no sin antes ser testigo de la profunda pena en la que el mundo futbolístico estaba sumergido, Lionel Messi anunció que volvía con Argentina. Y qué mejor que con un golazo a Uruguay por las Eliminatorias 2018.