Corría el minuto 55 del partido. Argentina ya ganaba 1-0 a su similar de Inglaterra gracias a un polémico gol de Diego Armando Maradona. El diez, al parecer, había conectado el balón con la mano para batir al arquero Peter Shilton. Nadie lo podía creer. Sin embargo, lo increíble estaba aún por suceder.
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El mismo jugador; es decir, Maradona, recogía un balón en la mitad del césped del estadio Azteca. Por el lado derecho del campo empezaba a conducir a una velocidad digna de un jugador diferente. Sin mayor remordimiento, el argentino eludía la marca de cualquier inglés que se interponía por su camino. En dicho paseo, el diez superó a futbolistas como Hoddle, Reid, Sansom, Butcher y Fenwick para, finalmente, batir a Shilton.
A su lado, Jorge Burruchaga corría a la misma velocidad acompañando el recorrido del mejor jugador de todos los tiempos. Maradona tenía un objetivo y era llegar al arco contrario. La adrenalina y su habilidad no le permitían pensar en otra cosa. Y así fue. El gol ponía el 2-0 en el marcador a favor de los dirigidos por Carlos Bilardo.
Aquel mundial terminó siendo ganado por aquella selección que vestía de 'albiceleste'. Maradona será recordado siempre como el jugador que llevo al equipo de Bilardo a levantar la segunda Copa del Mundo de su historia. En el día de su cumpleaños, el recuerdo de tal genialidad no está mal como un humilde regalo.
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