La foto final de la selección argentina en el vestuario (sí, la del festejo) no fue exclusiva de los jugadores y del cuerpo técnico. También formaron parte los asistentes del plantel y los representantes de la AFA que habían viajado a esta ciudad como parte de la delegación. Chiqui Tapia, presidente de la entidad, y Daniel Angelici, vicepresidente primero, eran las figuras de la dirigencia más destacados. Pero no sólo en la imagen, sino también en lo que sucedió en los pasillos del estadio tras la victoria 3-1 sobre Ecuador.
En la previa del partido sorprendió la presencia en la delegación del "Brujo Manuel", un especialista en magia negra y hombre de confianza de Juan Sebastián Verón. Conocido por sus trabajos en el mundo de la pelota, pero también por atender en un consultorio en La Plata, fue llevado a Ecuador para revertir las energías negativas, ya que la selección llevaba más de un año sin poder anotar un gol de jugada (los dos que convirtió habían sido de penal y en contra).
Tras el encuentro, Tapia se saludó con el Brujo y hasta le agradeció por el "trabajo" realizado. "Más tuvo que ver Messi, pero él tuvo mucho que ver", aseguró el presidente de AFA. Inmediatamente, y por la polémica que se había generado, Tapia aclaró que no fue idea suya llevarlo: "Lo trajo Pipo (Marín, presidente de Acassuso)".