La vida de un futbolista no es nada fácil y Beto da Silva lo ha vivido muchísimo más en carne propia en los últimos diez meses. Llegó al Gremio con una sonrisa en el rostro en el mes de enero con la idea de destacar en el equipo gaúcho, pero sus primeras semanas no fueron las esperadas por él. La vida le jugó un duró revés y las lesiones – lamentablemente – lo acompañaron en su nueva aventura en Brasil. Vio cómo otros jugadores como Lucas Barrios jugaban sin problemas y él se la pasaba en el departamento médico. Le picaban los pies por entrar a la cancha.
Además, un problema documentario hizo que en un primer momento no debutase con su club. Sin embargo, hay una virtud que siempre estuvo al lado del ex jugador del PSV Eindhoven: la paciencia. Supo que su momento iba a llegar por más que tardase casi hasta poco de terminar este año. Por cada lesión que tuvo, por cada problema muscular que se le detectase, Luiz Humberto no se dio por vencido.
Y vaya que recibió premio de parte de Renato Gaúcho, su entrenador en el elenco de Porto Alegre. Poco a poco lo ha ido llevando, dándole minutos en el Brasileirao en la pasada jornada. ¿Su recompensa por ser paciente? Los minutos que Da Silva recibió en el partido ante Fluminense. Allí, con un sutil toque de derecha, se bajó a uno de los equipos más representativos del torneo local y le dio vida a su conjunto en su camino para alcanzar al líder Corinthians.
Ya con la cabeza fría, sabe que no se le pueden 'subir los humos' por más que le haya brindado un triunfo. Con los pies bien puestos sobre la tierra, su misión ahora es terminar el año de la menor manera. Además, mira a la Selección Peruana de reojo, una tarea aún tiene pendiente ya que es el llamado a ser el sucesor de Paolo Guerrero en el futuro.
"Ricardo Gareca siempre me llama y me pregunta cómo estoy. Eso es bueno porque considera lo que le pasa a uno de sus jugadores en su club", le contó Depor este lunes. La paciencia que ha cultivado en Brasil no se la quita nadie, ni siquiera un golpe que lo deje fuera por semanas. Tiempo al tiempo.