Gabigol fue goleador de la Liga brasileña en 2018 y 2019. (Foto: ESPN)
Gabigol fue goleador de la Liga brasileña en 2018 y 2019. (Foto: ESPN)

El futbolista Gabriel Barbosa ‘’, jugador del y de la selección brasileña, fue detenido en la madrugada de este domingo en una fiesta con cerca de 200 personas en un casino clandestino en Sao Paulo, pese al toque de queda vigente en la mayor ciudad de Brasil para combatir el coronavirus (COVID-19).

Gabigol fue conducido a una comisaría junto a todos las personas sorprendidas en el casino, entre las cuales el popular cantante de funk MC Gui, en donde fueron registrados y notificados de que podrán ser acusados de crímenes contra la salud pública antes de ser liberados.

El comisario Eduardo Brotero, responsable por la operación de la Policía Civil, explicó que todas las personas detenidas en el casino fueron liberadas para evitar aglomeración dentro de la propia comisaría pero que algunos serán procesados por promover juegos ilegales de azar o por violar las medidas restrictivas impuestas para frenar la pandemia.

Según la Policía, la mayoría de las personas sorprendidas en el casino estaba sin mascarilla, entre las cuales Gabigol, que conquistó la medalla de oro con la selección brasileña en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y fue el goleador del Brasileirao en 2018 y 2019, así como de la Copa Libertadores en 2019.

Brotero explicó que la Policía Civil descubrió el casino clandestino, tras recibir una denuncia anónima sobre una aglomeración en una edificación de cuatro pisos en un barrio acomodado de Sao Paulo y que en la operación participaron tanto policías como agentes sanitarios.

Cuando llegamos al lugar, para nuestra sorpresa, no era una fiesta clandestina y sí un casino clandestino, y muy grande, con muchas personas aglomeradas exponiéndose al contagio”, relató.

En Sao Paulo rige actualmente la llamada fase roja del plan de confinamiento, la más restrictiva, debido a que el estado, así como Brasil, viene registrando récords de muertes y casos de COVID en los últimos días.

Pese a las restricciones, la Policía tuvo que interrumpir en la madrugada del sábado una fiesta clandestina con cerca de 600 personas en Capao Redondo, en la zona sur de Sao Paulo.

Brasil, actual epicentro global de la pandemia del COVID-19, registró el sábado cerca de 2.000 muertes por la enfermedad, con lo que el promedio de óbitos en la última semana se ubicó por encima de las 1.800 diarias por primera vez desde el inicio de la crisis.


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