El avión que trasladaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense se quedó sin combustible, indicaron las autoridades colombianas en un informe preliminar sobre el accidente en el que murieron 71 personas.
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El agotamiento del combustible fue producto de una cadena de errores humanos que partió de una programación de vuelo errónea de acuerdo con los estándares internacionales, aseguró en rueda de prensa Freddy Bonilla, secretario de seguridad de la Aeronáutica Civil, la máxima autoridad en materia aérea en Colombia.
La tripulación del avión del Chapecoense era consciente de la falta de combustible pero solo reportó una emergencia cuando ya no había margen para reaccionar, concluyó la investigación. Durante el vuelo, el piloto y el copiloto conversaron en "varias ocasiones" sobre la posibilidad de detenerse en Leticia en la frontera entre Brasil, Perú y Colombia o en Bogotá para repostar, aseguró Bonilla. Pero al final decidieron no hacerlo. Cuando entró a Colombia la aeronave tenía viento de frente, lo que implica más consumo de combustible y dificultó su llegada a Medellín.
La investigación demostró que cuando el piloto pidió prioridad para aterrizar, seis minutos antes de accidentarse, el avión ya llevaba dos minutos con un motor apagado. Cuando faltaban tres minutos y 45 segundos todos los motores se plantaron.
Bonilla indicó que la aeronave había sido "tanqueada en su totalidad" antes del despegue pero que estaba preparada para sobrevolar una distancia inferior a los 2.983 kilómetros que separan Medellín de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, desde donde había despegado.
Con el plan de vuelo presentado por los operadores ni la empresa ni las autoridades bolivianas debieron haber permitido el despegue de la aeronave, según el informe. El documento destacó que el plan de vuelo preveía alcanzar los 30.000 pies de altura, algo para lo que la nave tampoco estaba certificada, y que la autonomía de vuelo coincidía exactamente con el tiempo de ruta pese a que las reglas internacionales exigen una reserva de combustible para posibles imprevistos.
Bonilla descartó que hubiera habido una falla técnica, sabotaje o comportamiento suicida por parte del piloto y atribuyó el accidente a una cadena de errores humanos que terminaron con la vida de 19 jugadores del Chapecoense.
FUENTE: AP
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