Las buenas épocas parecían regresar a Rio de Janeiro. La playa, el sol y el fútbol. ¿Qué más se puede pedir? Miguel Trauco, después de la victoria de Flamengo sobre Chapecoense (2-1), salió en el equipo de la fecha del Brasileirao, como en sus mejores épocas: es decir, cuando recién llegó, a inicios de 2017.
Pero una nueva traba se le cruzó en el camino. Tras despedirse del Bayern Munich y de la Bundesliga –torneo en el que se mantuvo durante 13 años–, Rafinha, un lateral diestro que ha jugado por la izquierda en casi toda su carrera, tiene todo acordado para volver a su país. Flamengo será el destino, según confirmó Globoesporte, de modo que Miguel Trauco tendrá un nuevo y duro competidor además de René, el actual dueño de la banda zurda del 'Fla'.
Las posibilidades son claras. Miguel Trauco está en Brasil desde 2017 y 2019 es su segundo año consecutivo sin continuidad: entre el año pasado y este, solo ha jugado ocho partidos del Brasileirao, de 43 posibles. Aunque su técnica no se pone en discusión –ni aquí ni en el país pentacampeón del mundo– sus falencias defensivas le han costado caro. Está en la banca por perder las espaldas, no hacer el recorrido y fracasar en los duelos individuales.
Para este año, la llegada de Abel Braga entusiasmó a Gareca y a la Selección Peruana. Cuando el lateral izquierdo parecía tener la puerta abierta para salir del ‘Mengao’, el entrenador brasileño le dio una pizca de ilusión. “He oído muchas cosas buenas sobre él”, adelantó. Sin embargo, hasta ahora solo ha disputado 635 minutos en todos los torneos, y Braga se olvidó de lo que escuchó.
Una oportunidad de oro
2016 fue el año que lo catapultó a la fama. Llegó a Universitario, la rompió –fue el mejor jugador de la crema ese año– y en la Copa América convenció a propios y extraños de que su nivel daba para más. Al toque, y por pedido de Paolo Guerrero, Flamengo le puso el ojo y no perdió el tiempo: empezado el 2017, Miguel Trauco empezaría un nuevo reto en el fútbol brasileño.
Su buena conexión con Paolo Guerrero en aquella Copa América disputada en Estados Unidos fue clave para dar el paso. El pincel de su pierna izquierda era disparador perfecto para las asistencias al ‘Depredador’, quien con un cojín en el pecho aprovechaba todo lo que Miguel Trauco le mandaba. Fue un argumento muy utilizado por Ricardo Gareca para saltar la presión del rival.
Este año, en Brasil, el ‘Genio’ tendrá una nueva oportunidad de dar el salto. Nuevamente la Copa América puede ser su trampolín, mas no para renacer en Flamengo, sino para atrapar una nueva chance en otro país u otro equipo, donde la continuidad sea el factor más importante de cara a las Eliminatorias rumbo a Qatar 2022.
Haber sonado en San Lorenzo, Pumas o el fútbol francés –además de las ligas turcas y algunas del Medio Oriente– solo confirma la calidad Miguel Trauco. Con 26 años, todavía tiene mucho camino por recorrer, tanto en la banda como lejos de ella –en la 'U' y en Flamengo llegó a ser volante, tanto por la banda como en la primera línea– y el ejemplo de Yoshimar Yotún puede terminar convirtiéndolo en un importante futbolista polifuncional.
Al fin y al cabo, en encontrar su lugar en el mundo estará la clave para potenciar sus virtudes y tapar los defectos. En otras ocasiones, la Selección Peruana lo ha provisto de la confianza necesaria para mostrar todas su cualidades. Esa será la clave para el futuro de un futbolista que da para mucho más y que necesita buscar su vitrina en otro lugar.
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