Paolo Guerrero protagonizó una fuerte discusión con Germán Lanaro, jugador de la Universidad Católica de Chile. El partido entre Flamengo y dicho club se había puesto tenso debido a las jugadas de peligro no concretadas y a la fuerza con la que entraban en contra del peruano.
En un tiro de esquina, la clásica marca pegada de los defensores empezó a hartar al peruano. Los pequeños golpes que le propinaba el argentino terminó por sacar de sus casillas al delantero, quien reaccionó.
Pero la reacción de Guerrero no fue muy alzada, sino que actuó de la misma forma que su rival. La fuerza estaba en la búsqueda de zafarse de la marca, y al momento de chocar, lo hacía con potencia para moverlo.
El árbitro del partido, quien presenció la jugada, solo se acercó a ambos jugadores para darles una reprimenda y pedirles que dejen de pecharse, por que la próxima llamada de atención sería con una tarjeta roja.
El duelo lo ganó el argentino, ya que Universidad Católica se hizo con la victoria y dejó al Flamengo con tres unidades en la Copa Libertadores.
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