Tom Henning Ovrebo debe ser uno de los noruegos más odiados en Londres. Este personaje fue el árbitro del partido de vuelta de la cuestionada semifinal entre Chelsea y Barcelona por la Champions League del 2008/09.
A pocos días de un nuevo enfrentamiento europeo entre estos dos grandes, el nombre del juez vuelve a salir a la luz. El diario 'Marca' le concedió una senda entrevista donde el noruego confesó todo lo que vivió luego de ese partido.
Sobre ese partido, el árbitro aseguró no sentirse orgulloso. "No fue mi mejor día, la verdad. Pero esos fallos los puede cometer un árbitro... y a veces un jugador o un entrenador. Puedes no tener ese día el nivel que debes tener. Pero no, no puedo estar orgulloso de aquel día", confesó.
"Tras el partido es fácil opinar: '¿Por qué se hizo esto y no lo otro?'. Para mí lo importante era aprender de mis errores. Tomé esa decisión de no expulsarle y ya está. Y es difícil explicar por qué en el campo se adoptan unas decisiones y no otras. Puede ser por presión... o en aquel lance pudo ser porque Ballack me protesta por detrás y no lo veo. Puede haber muchas razones en cada decisión", agregó.
Sobre la seguridad, el árbitro aseguró que tuvieron que tomar medidas desesperadas. "Eso sí, recuerdo que tuvimos que cambiar hasta de hotel y que había mucha gente hostil contra nosotros. Tuvimos que cuidarnos aquel día y el siguiente", dijo.
"Creo que ese partido influyó en mi carrera y perdí el respeto de muchos, por supuesto. Pero seguí arbitrando tras aquello, que conste", finalizó.