En los momentos más claves es donde los jugadores deben estar más atentos. Cuando se siente más presión sobre el equipo, uno debe preservar la calma. Gerard Piqué no la pasó muy bien en la segunda mitad en el partido entre Barcelona y Roma en el Olímpico debido a una jugada puntual.
Resulta que el central culé cometió un infantil penal sobre Edin Dzeko a los 58'. El central azulgrana le ganó en la disputa del balón y el ex Manchester United no tuvo más remedio que cometerle falta en su área.
De esta manera, el volante Daniele De Rossi se paró frente a la pelota y de un derechazo colocado puso el 2-0 para la Roma en el Estadio Olímpico. Es más, luego de la anotación llegó otra jugada de peligro para los locales.
En el 79'. Cengiz Ünder sacó un centro desde la derecha que encontró al 'Faraón' Stephan El Shaarawy. Con una excelente atajada, Ter Stegen sacó la pelota de la línea de su arco.