Uno de los principales atractivos de la final que se viene será la posibilidad de revancha que tendrá el Atlético de Madrid para lograr ser el campeón de la Champions League. Como en el 2014, enfrentará nuevamente al Real Madrid. En aquella final estuvo a pocos segundos de conseguir su primera 'orejona'.
Muchos jugadores afirman que se debe ser afortunado para que el fútbol te de una oportunidad revancha. Como el Atlético hace unos años, hay equipos que sufrieron una dolorosa derrota en una final, sin embargo, tuvieron una segunda oportunidad. La aprovecharon y terminaron festejando el logro de obtener el máximo torneo de Europa.
Un gol de Muller al minuto 83 hacía festejar a todos los hinchas en el Allianz Arena. En su estadio, el Bayern Munich finalmente conseguía una nueva Champions League. Sin embargo, apareció Drogba faltando dos minutos para el término del tiempo oficial y decretó el empate.
En aquella oportunidad, Robben fue el villano el encuentro. Falló un penal en el primer tiempo extra, por lo cual el empate continuó y el partido culminó desde los tiros de punto penal. Allí, el héroe fue Didier Drogba. El jugador de Costa de Marfil anotó el último gol desde los doce pasos, que dejaban sin trofeo al conjunto 'bávaro'.
Un año más tarde, en el estadio de Wembley, Bayern Munich enfrentaba al Borussia Dortmund en una nueva final. Gundogan y Mandzukic habían anotado los goles para el empate momentáneo. Arjen Robben a los 44 minutos del segundo tiempo, convertía el segundo y definitivo gol para su equipo. Se tomó la revancha y festejaba un nuevo campeonato de Europa.
"Caminé hacia adelante para hacerme cargo de ese penal porque sabía que era para ganar y era mi responsabilidad. Lo que pasó después me atormentará por el resto de mi vida", afirmaba John Terry, tras perder la final del 2008 en Moscú con el Chelsea ante el Manchester United.
Ese gol le habría dado el título a los 'blues'. El cuadro de Ballack, Lampard y Drogba quedaron a un paso de la meta. Cuatro años más tarde, fue precisamente el de Costa de Marfil, la figura de la final con la que el cuadro dirigido en aquel entonces por Roberto Di Matteo, alcanzó la tan anhelada 'orejona'.
La heroica reacción del Liverpool en la final del 2005, dejó al Milán sin lograr una nueva Champions. Los dirigidos por Carlo Ancelotti ganaban 3 a 0 y se dejaron empatar en uno de los mejores partidos en la historia de la competición. Finalmente, cayeron en los penales ante los 'reds'.
Dos años más tarde y ante el mismo rival, el club italiano pudo tomar revancha de la tragedia que vivió en su final anterior. Inzaghi con un doblete le daba el triunfo al Milán por 2 a 1 y el séptimo trofeo de Champions League para los 'rossoneros'.
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