Apenas 13 minutos demoró el Barcelona para anotar su primer gol en la Champions League, temporada 2022- 2023. En el Camp Nou, ante un modesto Viktoria Plzen, el cuadro catalán se puso en ventaja gracias a un gol de Franck Kessié, jugador recién llegado a tienda blaugrana.
Ousmane Dembélé cobró un tiro de esquina desde el sector derecho del campo, Jules Koundé alcanzó a pivotear en el corazón del área y el balón cayó justo en frente del marfileño, quien batió la resistencia del meta Jindřich Staněk con un efectivo cabezazo.
Para este encuentro, el entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, introduce seis cambios respecto el triunfo ante el Sevilla (0-3) en el once inicial para enfrentarse al Viktoria Pilsen, dando entrada a Jordi Alba, Andreas Christensen, Sergi Roberto, Frenkie de Jong, Franck Kessié y Ansu Fati.
En cambio, Gerard Piqué, que aún no ha disputado ningún minuto este curso en partido oficial, volverá a partir desde el banquillo a pesar de que la línea que sufrirá más cambios en el Barça será la defensiva. Jordi Alba entrará por Alejandro Balde, Christensen por Eric Garcia y Sergi Roberto por Ronald Araujo
Por su parte, el Viktoria Pilsen intentará dar la sorpresa en el Spotify Camp Nou con un único delantero, Thomas Chory.
Recibir al conjunto checo en el Spotify Camp Nou parece el mejor escenario posible para el estreno del nuevo proyecto del cuadro catalán en esta Liga de Campeones, sobre todo cuando en las dos jornadas siguientes deberá encadenar sendos desplazamientos a Múnich y Milán.
Por tanto, todo lo que no sea ganar mañana, comprometería, ya de primeras, las opciones de comandar el grupo y enviar una señal inequívoca de que el Barcelona ha vuelto.
Para el estreno europeo, Xavi no cuenta con el centrocampista Miralem Pjanic, quien ya es nuevo jugador del Sharjah de los Emiratos Árabes Unidos, ni con los dos últimos refuerzos del frenético mercado estival azulgrana, los laterales Héctor Bellerín y Marcos Alonso.
Por su parte, el Viktoria Pilsen vuelve a la Champions tras cuatro años de ausencia, y lo hace a lo grande, en el denominado ‘grupo de la muerte’, un desafío que no quita el sueño a los pupilos de Michal Bílek. El cuadro checo ya jugó en el Nou Camp hace once años, en la fase de grupos de 2011-12, en la que encajó una dulce derrota, 2-0, con goles de Andrés Iniesta y David Villa. En Praga, el equipo también cayó ante los azulgranas, pero de forma más contundente (0-4).
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