Kevin De Bruyne terminó con el ojo morado tras chocar con Antonio Rüdiger en la final de la Champions, una muestra de la fuerza del impacto que obligó su salida entre lágrimas del estadio do Dragao este sábado.
El volante belga quedó fuera del partido en el inicio del segundo tiempo del compromiso disputado en Portugal, cuando los ‘ciudadanos’ buscaban empatar el encuentro de forma desesperada luego del adelanto de Kai Havertz para los ‘blues’.
De Bruyne, quien era la mejor arma de Manchester City en el césped, no superó el choque con Rüdiger y se fue lesionado. Muy afectado, desapareció por la puerta de atrás de la final. Abrazado a Guardiola y Lillo.
Un poco más calmado, fue captado en las tribunas con una prueba del golpe que adquirió jugando.
Luego el City fue incapaz de descontar y Chelsea conquistó por segunda vez en su historia la Champions League, un título que Guardiola lleva 10 años sin poder volver a conseguir.