Un minuto antes de que finalizara el partido por la final de Champions League, Manchester City tuvo la oportunidad de empatar. Fue en un saque de banda que terminó en el disparo de Mahrez yéndose por arriba del travesaño. Sin más oportunidades, Chelsea se convirtió en el campeón de la Liga de Campeones. Los ‘Blues’ consiguieron por segunda vez el título de la competición más importante de Europa a nivel de clubes.
Se jugó una final emocionante en el estadio Do Dragao de Portugal, con un resultado poco abultado, pero con muchas situaciones merecidas de final. El encuentro que se jugó entre Manchester City y Chelsea fue una segunda final inglesa en solo tres años; y, en esta ocasión, el premio lo consiguieron los ‘Blues’ dirigidos por Thomas Tuchel.
El único tanto del partido llegó a falta de tres minutos para que concluyera la primera mitad. Kai Havertz fue el encargado de darle un grito de gol a los ‘Blues’. El alemán recibió un pase perfecto de parte de Mason Mount, quedando mano a mano con Ederson. Tras una bonita gambeta, logró anotar el 1-0 definitivo para el Chelsea.
Cabe precisar que Chelsea sufrió una perdida importante en el partido. A los 39′, Thiago Silva salió del campo tras una lesión y fue reemplazado por Christensen. En el segundo tiempo, los afectados serían los dirigidos por Guardiola. En un ataque comandado por De Bruyne, el belga se chocó contra Antonio Rüdiger, recibiendo un impacto directo en el ojo, dejándolo descompensado.
El capitán de los ciudadanos no pudo volver a la cancha y tuvo que salir ayudado por el comando técnico y en medio de lágrimas por perderse casi la mitad de tan importante encuentro. Tras la caída de Manchester City, se mantiene la ley de que cualquier equipo que llegué a una final de Champions por primera vez, está destinado a caer.