El Liverpool regresó a una semifinal de la Champions League diez años después este martes al ganar 2-1 en la cancha del Manchester City (triunfo 3-0 en la ida), en un partido en el que el técnico local Pep Guardiola fue expulsado al descanso por protestar al árbitro.
En el minuto 2 el brasileño Gabriel Jesus hizo el 1-0 y todo el Etihad Stadium comenzó a creer en la remontada. Pero en el 55 el egipcio Mohamed Salah silenció al estadio y llevó a los Reds a la penúltima ronda.
Otro brasileño, Roberto Firmino, firmó el espectacular triunfo (76) al robar el balón al argentino Nicolás Otamendi y batir a su compatriota Ederson con un preciso disparo pegado al poste.
El Liverpool, que cuenta en sus vitrinas con cinco Copas de Europa, regresa por la puerta grande a las semifinales de la Champions League, diez años después de que le eliminara en la penúltima ronda el Chelsea, en una edición que terminó ganando el Mánchester United.
Antes, para intentar la gesta, Guardiola incluyó en su once a seis futbolistas de ataque, con el brasileño Fernandinho equlibrando el centro del campo y una defensa de tres, formada por Kyle Walker, el francés Aymeric Laporte y Otamendi, único central.
El técnico español vio la tarjeta roja al descanso. Después de la anulación de un gol al alemán Leroy Sané por fuera de juego, la primera parte terminó con una bronca entre Guardiola y el árbitro español Mateu Lahoz, que terminó expulsando a su compatriota, obligado a seguir la segunda mitad desde la grada.