"Sin Neymar, estará Di María con ganas de revancha contra su antiguo equipo. Creo que la va a liar", pronosticó Kombouaré (Nueva Caledonia, 1963), actual entrenador del Guingamp y leyenda del PSG, club en el que jugó cinco temporadas (1990-1995) y entrenó dos (2009-2011).
Una leyenda que el antiguo defensor construyó a base de cruciales goles como el que anotó en el Parque de los Príncipes de París en la noche del 18 de marzo de 1993, durante la vuelta de los cuartos de final de la UEFA ante el Real Madrid de Emilio Butragueño, Míchel, Fernando Hierro e Iván Luis Zamorano. "Era el minuto 98, los del Madrid pedían la hora. Yo estaba con ganas de desquitarme porque el gol que había igualado la eliminatoria (el de Zamorano en el 92) había sido mi error. Si íbamos a la prórroga, sabíamos que perdíamos", rememoró el defensor. "Entonces hay una falta de Zamorano a Ginola, la saca Valdo y me acuerdo de entrar en el área de lejos, como una exhalación y remato por sorpresa al segundo poste. Cuando conecto el cabezazo, sé que va dentro. Para mí, que nunca fui a la Selección francesa, fue como celebrar un gol de la Copa de Europa", evocó.
Ese gol, el 4-1 que deshacía el empate de la ida (3-1) y daba a los parisinos el pase a las semifinales de la UEFA, dejó a los jugadores del Real Madrid enmudecidos, aunque algunos también se quejaron del árbitro, el húngaro Sándor Puhl, el mismo que pitó el polémico Italia-España en los cuartos del Mundial de 1994. "Escuché decir a algunos que era una vergüenza, pero otros con más clase, como Butragueño, reconocieron que habíamos sido mejores", recordó Kombouaré. El antiguo central, que jugó aquella velada por la expulsión en el Santiago Bernabéu de uno de los centrales titulares, Alain Roche, reveló cómo los George Weah, David Ginola, Valdo o Paul Le Guen se conjuraron para remontar en el Parque de Los Príncipes. "Nos reunimos en el cuarto de (Bernard) Lama y Weah y hablamos de todo lo que sentíamos. Solo estábamos los jugadores. Yo dije que había que creer, que era posible (...). Había que estar encima de ellos, atosigarles y no dejarles el balón", refirió.
Casi 25 años más tarde, Kombouaré juzgó que hay muchas semejanzas con el duelo del próximo martes ante el Real Madrid, contra el que el PSG se juega el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones también con una desventaja de 3-1. "Como ellos, hicimos un buen partido, perdimos 3-1, con un arbitraje poco favorable. A pesar de la rabia, teníamos confianza, sabíamos que les habíamos dado miedo y que en la vuelta (en París) podíamos ganarles. Encima los del Madrid nos habían provocado muchísimo", relató. Como en aquella gloriosa noche de 1993, la energía y la presión del Parque de los Príncipes puede ser de nuevo crucial, según Kombouaré, quien pronostica una victoria del PSG, aunque no da por segura su clasificación. "Tal vez ganen 2-1 o 3-2. El problema es que el Real Madrid también marcará", adujo.
La baja de Neymar, el futbolista más caro del mundo, no tiene por qué ser un obstáculo: "Di María no es un cualquiera, es un gran jugador, internacional con Argentina, ganador de la Champions, que ha jugado en el Real Madrid, Manchester United, Benfica. Además está en una gran forma". "Aunque es cierto que cuando Neymar está da miedo al rival y da confianza a sus colegas, sobre todo a los brasileños. Pero sin él, se puede ganar. También ganó Portugal a Francia la final de la Eurocopa de 2016 y lo hizo sin Cristiano Ronaldo (salió lesionado al inicio del encuentro)", recordó. Kombouaré, uno de los entrenadores franceses más valorados y con una larga trayectoria en los banquillos, pronosticó que su compatriota Zidane saldrá "con las líneas un poco atrás", porque sabe que tiene una defensa que "no es rápida" y el PSG al contragolpe te "machaca". El técnico del Guingamp opinó que el actual entrenador del club, el español Unai Emery, ha realizado la gestión correcta del complicado vestuario parisino y juzgó que inversiones como las cataríes son "buenas" para el fútbol francés, porque le da más proyección internacional. EFE