Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, pidió perdón a Milan Havel, jugador del Viktoria Plzen al que lesionó con un codazo en la nariz, y se defendió argumentando que no tenía "intención de hacer daño".
"No estaba en el guión que saliese a hablar, he ido a buscar a Milan al vestuario y no estaba porque ha ido a hacer unas pruebas y le he puesto un mensaje. Es una acción muy rápida, hay contacto pero no hay intención ni mucho menos de hacer daño a un compañero. La nariz es muy delicada, lo he sufrido, cualquier golpe deja mucha sangre. Le deseo que se recupere muy rápido", dijo en la zona mixta del estadio Doosan Arena.
Más tarde, y a través de sus redes sociales, el defensor volvió a pronunciarse sobre el hecho, reiterando las disculpas hacia el jugador del Viktoria Plzen.
Ramos reconoció que se siente perseguido por la crítica y admitió que mide su juego desde la acción con Salah en la última final de la Champions League que tantos ataques provocaron sobre su figura de los que interpretaron que fue a lesionar a la estrella del Liverpool.
"Lo que pasó con Salah te cohíbe, sabiendo la repercusión que puede tener, ahora lo piensas 30 veces, pero no voy a cambiar mi forma de jugar que ha sido clave de mi éxito. Jamás he ido con intención de hacer daño a un compañero y me he roto la nariz tres veces", defendió. EFE