Zinedine Zidane bien podría ser considera el jugador más elegante de la historia. Su dominio de balón, su plasticidad para controlarlo y su entendimiento del juego, generaron que gane muchos títulos en su carrera. Y a pocas horas de que regrese la Champions League, era imposible no recortar su mítico tanto ante Bayer Leverkusen.
En la final de la Champions League 2001-2002, jugada en el estadio escocés Hampden Park, Real Madrid era el gran favorito ante un combativo equipo alemán liderado por Michael Ballack, y que tenía en Lucio, Bernd Schneider, Jörg Butt y Yildiray Basturk a sus principales secuaces. Sin embargo, el gigante español, con Zinedine Zidane, Raúl, Roberto Carlos, Luis Figo y Claude Makalele, impuso su jerarquía para ganar la novena 'Orejona' de su historia.
Raúl González adelantó al Real Madrid tras un error defensivo y puso en ventaja a los españoles. El conjunto dirigido por Vicente del Bosque sufría los embates alemanes, y la fatalidad llegó: lesión del portero César Sánchez y cambio. Un jovencísimo Iker Casillas se paró bajo los tres postes y mostró que su carrera sería mágica.
ZIDANE, EL ELEGIDO
Lucio ya había empatado el encuentro antes del ingreso de Iker Casillas, y cuando el Bayer Leverkusen presionaba para el segundo, el tiempo se detuvo. Roberto Carlos corrió por la banda izquierda y sacó un centro muy alto, cuando el balón bajada, y ante la única posibilidad de pegarle, Zinedine Zidane hizo que los segundos transcurran más lentos. Con una volea perfecta en el aire, Real Madrid sentenciaba la final y ganaba la Champions League. Por más que faltaba todo el segundo tiempo, era imposible que ese gol, no le dé el título a los blancos. Ahora, el francés quiere hacer historia, pero desde la banca.
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(AV)