La otra Copa América que jugamos los peruanos, por Julio Quispe [OPINIÓN]

Por Julio Quispe, Docente de la Universidad ESAN, consultor e investigador en aspectos financieros y de gestión deportiva 

Hemos iniciado el segundo torneo de fútbol masculino de mayores más importante para los peruanos, podríamos concentrarnos en el impacto que este evento genera. Existen investigaciones que indican que el país y las ciudades sede de los mega eventos deportivos generan la capacidad de impulsar a toda una nación en términos de orgullo y bienestar económico (Asteriou et al., 2013). Este fenómeno lo vive Brasil desde el año 2007, que organizó los Juegos Panamericanos en Río de Janeiro. Luego, fue sede del Mundial de Fútbol masculino de mayores el año 2014; el 2016, Río de Janeiro fue la sede de los Juegos Olímpicos y este 2019 organiza la Copa América de fútbol masculino de mayores. Estas actividades dan muestra de un planeamiento del país en la ejecución de estos eventos, entre otros, para maximizar el uso de sus inversiones en infraestructura deportiva.

Asimismo, estos eventos deportivos generan diferentes impactos: incremento de la exposición publicitaria de la ciudad; mejoría en el estado de ánimo de la población y creación de nuevos espacios de entretenimiento (Martínez, 2016). Una vez culminado el evento, las ciudades/países, sedes se quedarán con nueva infraestructura (viviendas, instalaciones deportivas, vías de transporte, vías de acceso, hoteles, restaurantes, entre otros); nuevos centros de ocio y nuevas alternativas de turismo.

Por otro lado, los países que participan en el evento deportivo también generan un impacto en sus economías. Esto se evidencia en el incremento del consumo interno en diversos sectores: electrodomésticos (principalmente en televisores); turismo (los aficionados viajan a alentar a sus equipos); bebidas (principalmente en cerveza y licores); implementos deportivos (camisetas, casacas, buzos) y sectores que patrocinan a los equipos participantes.

El Perú no es ajeno a ello en esta Copa América, más aún con el arrastre que generó el mundial del año pasado en Rusia. Algunos estiman que somos más de 20,000 peruanos alentando a la selección en tierras brasileras y los restantes 30 millones desde diversos lugares, concentrados en Perú. Los sectores económicos, en nuestro país, que registrarían un impacto positivo en esta Copa América serían: el sector turismo (a través de las agencias de viajes que han ofrecido paquetes turísticos a Brasil); el sector alimentos (por el consumo en bebidas alcohólicas, alimentos cárnicos); el sector servicios (por el incremento de la asistencia a bares y restaurantes en este tipo de eventos); implementos deportivos (por la compra de camisetas y casacas de la selección) y los sectores en el que están involucrados las principales empresas patrocinadoras de la Federación Peruana de Fútbol.

A nosotros, los aficionados, nos queda disfrutar de este evento.

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