La semana de México, previo al duelo contra Alemania por las semifinales de la Copa Confederaciones, empezó con algo de susto. Esto debido al estado de Javier Hernández, quien no trabajó con el resto del plantel.
Chicharito tuvo una sobrecarga muscular y el comando técnico, para evitar un lesión seria, decidió hacerlo entrenar por separado. En el segundo ensayo, como se tenía previsto, el delantero debía regresar.
Y así fue, Chicharito Hernández saltó a la cancha de entrenamiento como nuevo, listo para el juego del jueves. Además, conociendo el respeto que tienen por él. "Es peligroso", indicaron los jugadores teutones sobre el delantero.
México amaneció con la buena nueva de Hernández, pero aún con la preocupación por Diego Reyes. El defensa sigue lastimado y la recuperación está demorando. Todo hace indicar que podría perderse el resto de la Copa Confederaciones.