No hay racha que dure cien años ni selección que la resista. Desde el año 2000 en adelante, México se ha enfrentado siete veces contra los anfitriones de los torneos oficiales en lo que jugó: Copa Confederaciones, Copa del Mundo y Copa América.
El saldo del Tricolor ha sido totalmente negativo: nunca ganó, tres empates y cuatro derrotas. Contra Rusia será la octava ocasión en la que se mida al dueño de casa. Una oportunidad para clasificar y romper la racha negativa.
En la Copa América del 2001, Colombia derrotó a México por 1-0 en la gran final. Ese mismo año, el equipo dirigido por Hugo Sánchez disputó la Copa Confederaciones Corea-Japón y cayó frente a los coreanos por 2-1.
Cuatro años más tarde, en la edición del 2005 del certamen, Alemania venció 4-3 a los aztecas, en la definición por el tercer y cuarto lugar. En Sudáfrica 2010, el Tri abrió el torneo contra el cuadro africano y el duelo concluyó con igualdad de 1-1.
El Copa Confederaciones 2013 y en el Mundial 2014, México jugó contra Brasil, anfitrión de los torneos. El equipo de Miguel Herrera perdió 2-0 en la primera experiencia. Pero en la revancha, igualaron sin goles.
El último antecedente ocurrió en la Copa América 2015. El Tricolor empató 3-3 frente a Chile en un emocionante duelo. En el Kazán Arena, Rusia podría alargar la terrible racha de México o la selección de Juan Carlos Osorio podría acabar con la misma.