No se confirma aún si es un desgarro o no, pero las lágrimas de Cristian Pavón preocuparon a todos los hinchas de Boca Juniors en La Bombonera. El fanático Xeneize veía como el extremo caía el suelo y pedía su cambio a Guillermo Barros Schelotto. Ahora, a dos semanas del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores frente a River Plate, el departamento médico del club hará todo lo posible para que su mejor jugador esté en el Monumental de Núñez.
¿Se trata de solo una contractura o un desgarro en el isquiotibial izquierdo? Más allá de cuál sea el diagnóstico final del futbolista, en Boca Juniors van por el milagro, es decir que pueda estar en la vuelta del sábado 24, en el Monumental de River Plate. Un partido de vida a muerte, por lo que se pelean ambos clubes en la Argentina.
Raro ha sido lo de Pavón, que nunca se lesiona y que venía algo cargado en esa zona, y por eso había trabajado diferenciado algunos días de la semana. El extremo salió dolorido y ahora tiene que pensar en una recuperación récord para estar en la nómina Xeneize.
De acuerdo a los que le contaron al medio Olé, “se va a trabajar en si le turno y hasta en tres turnos de ser necesario para que pueda llegar”. Si bien Pavón no viene en alto nivel, es importante y más teniendo en cuenta que es una final para la historia, con todo su potencial. En Boca Juniors se agotarán todas las vías para que Pavón juegue el partido de vuelta y el extremo hará lo mismo, quiere esa Copa Libertadores en la vitrina de La Bombonera. Ya se vibra para el encuentro de vuelta entre ambas instituciones.