Acá, en Perú, Ricardo Gareca ha sorprendido a muchos con sus decisiones y, ante cualquier crítica, el 'Tigre' siempre dio la cara. Pero, durante su carrera, muchas veces las cosas no solo quedaron en críticas: cuando pasó de jugar en Boca, a su accérimo rival River Plate, los hinchas 'xeneizes' le deseaban lo peor.
Fueron más de 60 goles los que celebró la hinchada de Boca Juniors gracias al entonces espigado delantero, pero el amor entre hinchada-jugador acabó cuando, en 1984, un problema contractual surgió y tanto él, como Óscar Ruggeri, se marcharon a River.
Fueron solo seis meses los que Gareca jugó en el 'Millonario', pero los 'bosteros' no se lo perdonaron, a tal punto que le inventaron un cántico en referencia a una enfermedad: "Gareca tiene cáncer, se tiene morir". Sí, los mismos que, meses antes, no querían que su 'ídolo' se vaya al fútbol italiano.
El resto del año no sería fácil para el seleccionador peruano, ya que quedó fuera de la convocatoria para México 1986 por Salvador Bilardo, tema que, según el propio Gareca, no lo dejó "bien anímicamente".
De cara a la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate, el 'Tigre' se refirió al tema, y claro, él más que nadie sabe de la magnitud de este partido. "Debe de ser el clásico más apasionante. Es algo maravilloso para el fútbol argentino y sudamericano, y también para el mundo", indicó. ¿A quién le irá?