La final de Copa Libertadores entre River y Boca tendrá sede en el Santiago Bernabéu, casa del Real Madrid y en la que dirige un técnico argentino, hablamos de Santiago Solari.
El DT afirmó este viernes que la final de la Copa Libertadores "ha perdido trascendencia para mí", tras los incidentes en el partido de vuelta y confió en que su traslado a Madrid "ayude a poner un buen cierre" a la final.
"Lamentablemente para mí, ha perdido trascendencia este partido, en mi corazón, a eso me refiero", dijo Solari en la rueda de prensa previa al partido de Liga del sábado contra el Valencia.
"Es una pena decirlo pero es la realidad, ojalá que la final en el Bernabéu sirva para limpiar lo que pasó, limpiarlo no, pero para darle un cierre digno de semejante partido y que gane el mejor", afirmó el exjugador de River Plate.
La Conmebol anunció el jueves que la vuelta de la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate, suspendido dos veces el pasado fin de semana por los graves incidentes fuera del estadio Monumental de River, se jugará el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid.
Ante esta situación, Solari afirmó que tiene "sensaciones encontradas, por un lado es un honor para el madridismo, para nuestro estadio recibir la final de la Copa Libertadores y el clásico del fútbol argentino".
"Por el otro lado no puedo dejar de aludir a las causas que traen este partido aquí y que se tenga que jugar a un océano de distancia de Buenos Aires, y que ha roto mucho corazones lo que sucedió", afirmó el técnico 'merengue'.
"Es una verdadera lástima lo que sucedió, sobre todo como ejemplo para los niños, que haya una pequeñísima parte de nuestra sociedad que esté abocada a romper todo, a que nada funcione, es una pena", insistió Solari.
Preguntado por si teme que se puedan producir también actos violentos en la capital española por parte de hinchas radicales de los dos equipos, Solari pidió ser "optimistas".