River y Boca por la final de Copa Libertadores fue suspendido. Los actos violentos hicieron que no se juegue el encuentro en el Monumental de Núñez.
El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, culpó hoy a los hinchas violentos, a los que acusó de ser "mafias enquistadas en el fútbol hace más de 50 años", de los incidentes de este sábado a las puertas del estadio de River, que han llevado a aplazar sin fecha la final de la Libertadores.
"El problema de acá se llama las 'barras bravas, que son mafias enquistadas en el fútbol hace más de 50 años, que son los que generan estos incidentes", expresó Rodríguez Larreta en una rueda de prensa celebrada pocos minutos después de que la Conmebol anunciara su decisión de suspender el partido entre River Plate y Boca Juniors, que ya había sido pospuesto para hoy por los disturbios.
El alcalde reconoció que si bien su comparecencia pretendía en un principio dar tranquilidad a la gente que hoy volvía a la cancha para disfrutar del partido, ahora supone hacerlo hacia la gente que ya había ido hoy al estadio y debe abandonarlo de nuevo por haberse suspendido por segunda vez.
"Hemos tomado todos los recaudos reforzando la seguridad a partir de la experiencia del día de ayer, poniendo incluso más efectivos especialmente en inmediaciones del estadio", añadió Rodríguez Larreta, quien pidió ir "a fondo" en la investigación de los incidentes, "haciendo un sumario para determinar responsabilidades y ver qué se podía haber hecho mejor".
"Pido a la gente que estén atentos a situaciones anómalas o de violencia, porque hay algo contra lo que es muy difícil luchar, que es la estupidez humana", agregó y lamentó imágenes como las de una mujer poniendo unas bengalas a una niña para supuestamente meterlas al estadio y las de "energúmenos que lo único que hacen es tirar piedras".
Esto muestra "que la estupidez humana que está muy presente alrededor del fútbol muchas veces no tiene límites".