La final de la Copa Libertadores 2018 entre River y Boca se ha visto empañada por la brutal agresión que ha sufrido el bus del equipo 'Xeneize' en su llegada al estadio Monumental de Núñez por parte de hinchas del club millonario, quienes esperararon al autocar en las inmediaciones del recinto bonaerense.
Según las imágenes de televisión de varias cadenas deportivas, el vehículo ingresó al escenario con varios vidrios laterales rotos y los jugadores, una vez descendieron, iban tosiendo y con los ojos llorosos por efecto de los gases. "¡Nos tiraron de todo!", dijo visiblemente afectado el volante y capitán 'xeneize', Pablo Pérez.
A su vez, el defensor central Carlos Izquierdoz relató rápidamente a periodistas apostados en el ingreso del vestuario boquense en el Monumental que "nos tiraron gas pimienta, palos, piedras. Entró de todo al micro".
La televisión mostró el ingreso de los jugadores al camerino y en su totalidad, así como el cuerpo técnico y varios directivos que viajaban con el plantel, se veían afectados por los gases.
Según la televisión local, varios jugadores resultaron cortados por efectos de los vidrios rotos y el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, se encontraba en el camerino de Boca expresando su solidaridad al plantel rival.