El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, dijo el sábado que tenía que controlar su temperamento durante los partidos y evitar perder la calma como hizo el jueves contra el Arsenal, que le llevó a ser expulsado y podría ocasionarle una sanción más duradera.
El argentino fue expulsado en los primeros minutos del partido que el Atlético de Madrid empató 1-1 en la ida de la semifinal de la Liga Europa en el estadio Emirates por gritar constantemente al árbitro francés Clement Turpin y empujar al cuarto árbitro cuando el jugador del Arsenal Hector Bellerin no fue sancionado por una entrada al centrocampista Koke.
Minutos antes sus nervios ya habían sido puestos a prueba después de que el defensa del Atlético Sime Vrsjalko fuera expulsado por dos tarjetas amarillas seguidas.
"No me siento bien en cuanto a esta expulsión, entiendo que son situaciones que pueden suceder en la velocidad que va la situación que ves en el campo", dijo Simeone en rueda de prensa antes del partido de Liga del domingo contra el Alavés.
"Tengo que mejorar en ese aspecto. Todo lo que se pueda decir no sirve de justificativo para nada". Diego Simeone estará suspendido del banquillo en el partido de vuelta del jueves en el Wanda Metropolitano y podría ser sancionado por la UEFA con cuatro partidos más por conducta inadecuada y por insultar al árbitro.
El organismo del fútbol europeo tomará una decisión el 4 de mayo y, si le castigan con la pena máxima, estará ausente del banquillo durante la final de la Liga Europa en Lyon si el Atlético pasa la eliminatoria contra el Arsenal.