El Barcelona siempre se ha caracterizado por pretender y tener a los mejores jugadores del mercado, inclusive dentro de sus filiales y canteras, para ello, sus 'ojeadores' viajan alrededor del mundo para observar el juego de futbolistas con futuro prometedor y sugerir contrataciones al club.
Robert Goncalves fue uno de los jales de invierno que tuvo el Barcelona B, filial de los culés que juega en la Segunda División B de España, categoría que está por debajo de la Liga BBVA y la Segunda División; el jale del ex Fluminense fue sonado en el equipo ya que llegaría como un revulsivo, o sea, aquellos jugadores catalogados como los que le cambiarán la cara a un equipo.
A pesar de estar en la filial recién desde diciembre del 2015, Goncalves, delantero brasilero, fue despedido y la causal fue el sobrepeso que tenía. Este hecho es extraño ya que no le permitieron jugar ningún partido por lo mismo, porque estaba fuera de forma. ¿Será que cuando llegó al club ya se encontraba así?
Lo peor de todo es que cuando el delantero de 19 años salió del Fluminense solo había disputado 4 partidos en todo el año. ¿Fueron suficientes que un ojeador lo sugiera al Barcelona? En su defensa, Gonçalves dijo lo siguiente: "Llegué al Barza con sobrepeso porque estuve un año sin jugar ni entrenar, de vacaciones. Comí mucho y tomé muchas gaseosas."
Por lo visto, su régimen de ejercicios y alimentación no era el adecuado a un deportista. El Barcelona ha comunicado a otros jugadores como Chamorro y Joel, Padilla que tampoco continuarán la próxima temporada en el Barça B, equipo que quedó en el puesto once de su grupo en la última temporada de la Segunda B.
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