Fueron cerca de 20 minutos. Más de un jugador del Barcelona se quedó atónito con lo que sucedía. Lionel Messi, Gerard Piqué y Luis Suárez se juntaron en las sillas finales del bus que los trasladaba desde el Estadio Benito Villamarín al aeropuerto sevillano. El principal motivo no era la derrota en la final de Copa del Rey, sino echar por la borda una temporada que podría haber acabado espectacular para el cuadro culé.
Según cuenta una publicación del diario español As, los tres cracks y el responsable de las oficinas de Lionel, Pepe Costa, intercambiaron más de un acalorado cruce de palabras por lo que había pasado al cierre del curso. La intensidad de la conversación fue de tal magnitud, cuenta el medio español, que pasaron 10 minutos de que habían llegado al terminal y seguían conversando.
Hubiesen seguido si no fuese por las miradas de más de un compañero que quedaron sorprendidos por la forma cómo los capitanes baulgranas discutían sin encontrar razón de por qué se tiró por el retrete la posibilidad de ganar el 'triplete'.
Barcelona dejó escapar la posibilidad de seguir haciendo historia, como sucedió con Pep Guardiola y Luis Enrique. Se confirmó la continuidad de Ernesto Valverde al frente del equipo, pero la gran deuda seguirá. Habrán muchos cambios que hacer en el dinamismo de la interna, porque el golpe ha sido fuerte y en la interna se visualiza.
Sin duda, en los siguientes días se conocerá más de lo que se dijo en esta reunión.
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