Sabe lo que jugó, sabe que la de este sábado en el Wanda Metropolitano fue su última final con el Barcelona, sabe que los aplausos fueron por el adiós; por eso, al ser sustituido Andrés Iniesta no pudo más con la emoción y rompió en llanto en el banquillo. El 'Cerebro' se quebró en el banquillo en la final ante el Sevilla por la Copa del Rey.
Minuto 88 y Valverde fue quien decidió: 'Don Andrés' merecía su homenaje. El capitán azulgrana dejó su lugar para el ingreso de Denis Suárez, mientras que todo el estadio se caía a pedazos con el estremecedor pero a la vez conmovedora ovación al mediocampista. Los del Barcelona corearon su nombre, mientras que los del Sevilla dejaron sus palmas hinchadas de tanto aplaudir.
Iniesta colaboró con el 5-0 del Barza, marcó el cuarto a su estilo, con la elegancia que él le regaló al fútbol y en los próximos días hará oficial su futuro y su más que segura partida al fútbol chino, donde continuará su gran carrera.
Trigésima Copa para el Barza
Barcelona se alzó este sábado con su 30ª Copa del Rey tras golear 5-0 al Sevilla en la final del torneo.
El uruguayo abrió el marcador a puerta vacía (14), Leo Messi amplió el marcador (31) y después volvió a aparecer el 'pistolero' para marcar el 3-0 (40). Andrés Iniesta puso el 4-0 (52) y Philippe Coutinho cerró la cuenta de penal (69), dando al Barcelona su cuarta Copa del Rey consecutiva.
Nadie había vuelto a lograr una serie así en este torneo desde que el Athletic de Bilbao encadenara cuatro títulos entre 1930 y 1933.