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Miles de hinchas del Real Betis inundaron las calles de Sevilla para ver el paseo triunfal de su equipo con el trofeo de campeón de la Copa del Rey logrado el sábado en el Estadio La Cartuja ante el Valencia, al que superó en la tanda de penaltis tras acabar el partido y su prórroga con empate a uno. La plantilla de jugadores, técnicos y dirigentes iniciaron el paseo con el trofeo en un autobús descubierto serigrafiado con los colores verdiblancos que partió desde el estadio Benito Villamarín, donde numerosos aficionados ocuparon la explanada exterior de su tribuna principal desde horas antes de que partiera la comitiva.
Muchos de estos béticos no solo se dedicaron a ver pasar el autobús, sino que se unieron al cortejo a pie en una especie de peregrinación que en una primera etapa llegó al ayuntamiento de la ciudad, en pleno centro de Sevilla y donde ya desde muchas horas antes también esperaba una gran multitud de seguidores.
Todo transcurrió en medio de un ambiente festivo y de celebración, diecisiete años después de su último éxito (la Copa del Rey de 2005), lo que hizo que se desbordara la euforia y la felicidad de la Sevilla verdiblanca entre cánticos de alegría y apoyo al equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini.
En contraposición a la jornada del sábado, ventosa y lluviosa, el domingo transcurrió soleado y con agradable temperatura, lo que propició que se vieran familias enteras, con mayores y niños que colorearon de verde y blanco la capital andaluza con sus camisetas, bufandas o banderas.
“Campeones, campeones” o “Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí” fueron algunas de las consignas repetidas por el beticismo a la llegada del autobús de la expedición oficial al ayuntamiento hispalense, a los sones del himno del Real Betis.
En el consistorio, la corporación municipal, encabezada por su alcalde, Antonio Muñoz, organizó una recepción oficial de la delegación bética y del trofeo para después mostrarlo desde el balcón principal ante los enfervorizados seguidores que abarrotaron la Plaza Nueva, a la que da la fachada principal del consistorio, donde hubo varias alocuciones y por la megafonía instalada se escucharon diversas composiciones musicales relativas al Betis.
La segunda etapa del festivo y multitudinario paseo fue hacia la Catedral, a un centenar de metros del ayuntamiento y en la que fue recibido a su entrada por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz, antes de ofrecer el trofeo a la Virgen de los Reyes, patrona de la Archidiócesis.
Ya avanzada la tarde, el programa de la celebración tiene previsto que el autobús tome de nuevo rumbo hacia el estadio Benito Villamarín, donde se ha preparado un fin de fiesta en un escenario instalado en el Gol Sur, el mismo donde el sábado se colocó una pantalla gigante para que unos 40.000 aficionados pudieran presenciar por televisión la final ante el Valencia.
Como en esa ocasión, los socios béticos pudieron reservar sus localidades con anterioridad por un precio simbólico de dos euros que han sido destinados a la Asociación de Ayuda al Refugiado, iniciativa que, como para presenciar el partido del día anterior, quedó desbordada por la demanda.
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