No quiere mucho polémica. El director técnico del Barcelona, Quique Setién, no dio importancia a la discrepancia generada luego de las palabras del director deportivo, Eric Abidal, sobre la salida de ex entrenador Ernesto Valverde, que provocó la respuesta categórica de Lionel Messi en su cuenta oficial de Instagram.
En rueda de prensa este miércoles, el DT del Barcelona remarcó que tiene otros temas en lo qué ocuparse. “A mí háblame de fútbol, por favor. Lo demás no me ayuda a nada a mi trabajo y tengo mucho trabajo por hacer, futbolístico, para pensar en cosas que de verdad no me interesan. No me voy a desgastar ni diez centímetros en esto”, aseguró cuando fue consultado sobre lo dicho entre Abidal y Messi.
Luego reconocer que habló de la situación durante un minuto con el grupo entre el que estuvo Messi, Setién añadió: “A mí lo que me interesa es el fútbol del Barcelona; todo lo demás son cosas en las que no me voy a poner ni me voy a desgastar. Trataremos que lo que pase alrededor no nos afecte”.
“Por supuesto que lo veo con ánimos, sonriente, bien, le encanta venir entrenar y estar aquí y lo he visto igual que ayer o antes de ayer”, comentó Setién sobre cómo ha visto a Leo, últimamente.
"Muchos jugadores no estaban satisfechos ni trabajaban mucho y también había un tema de comunicación interna. La relación entrenador-vestuario siempre ha sido buena, pero hay cosas que como exjugador puedo oler. Comuniqué al club lo que pensaba y había que tomar una decisión”, indicó Abidal, en referencia a la destitución de Ernesto Valverde, hace algunas semanas.
Horas después, Messi fue categórico en Instagram: “Los jugadores de lo que pasa en la cancha y además somos los primero en reconocer cuando no estuvimos bien. Los responsables del área de la dirección deportiva también deben asumir sus responsabilidades y sobre todo hacerse cargo de las decisiones que toman. Por último, creo que cuando se habla de jugadores, habría que dar nombres porque sino se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que se dicen y no son ciertas”. ¿Habrá solución en Barcelona?
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