“Es increíble volver a recibir este premio otra vez”, dijo Lionel Messi el día que ganó su último Balón de Oro. La alegría por ser el quinto de su carrera, no cabía en su metro setenta de estatura, lo delataban sus entrecortadas palabras. La emoción de ese 11 de enero del 2016 fue quizá tan grande como cuando, vestido de rojinegro, se llevó una bicicleta a casa.
Un objeto tan simple como una bicicleta, significó para un Lionel Messi de seis años tanto como ganar el Balón de Oro a tan corta edad. Sin embargo, el mérito para llevarse el premio no fue solo dejar rivales regados o marcar los goles más inimaginables. El argentino también tuvo que enfrentarse a la mala fortuna.
Solo minutos antes de jugar con Newell’s la final de un torneo infantil, Lionel Messi se quedó encerrado en el baño de su casa. ¿Cómo? Una de la cerraduras de la puerta no soportó la antigüedad y convirtió a la figura de aquel equipo, llamado la ‘Máquina del 87’ y liderada por Leo, en víctima del desespero. El partido ya había empezado y Messi brillaba por su ausencia.
Pensando que alguien en casa podía ayudarlo, Lionel Messi gritó, gritó, pero papá, mamá y hermanos estaban ya en el partido esperando verlo ganar la bicicleta que los organizadores del torneo habían prometido para el equipo campeón. Los minutos pasaban y Newell’s encajaba el primer gol. ¿Messi? Se la ingeniaba para escapar del baño y ganar su primer “Balón de Oro”.
No quedó otra que…
Messi no sabía por dónde salir. Pese a que era un alfeñique, encontraba pequeña cualquier rendija. El tiempo pasaba y el partido se le escapaba de las manos, como en aquel segundo domingo de julio del año pasado ante los alemanes. “Leo tuvo que romper el vidrio de la puerta para escapar, fue lo único que se le ocurrió”, relata Juan Cruz Leguizamón, amigo y compañero del argentino en Newells.
Una vez fuera, Messi corrió a la cancha como si la vida se le fuera en ello. Con esa velocidad con la que hoy sonroja rivales, llegó al campo vestido de rojinegro y con la 11 en la espalda. “Donde te metiste”, le preguntaba su entrenador desesperado pues quedaban solo 20 minutos para ganar el partido y las bicicletas para todo el equipo. Las explicaciones sobraban, Leo por fin estaba con la ‘Lepra’.
Si la mala fortuna no había podido con él, menos lo iba a hacer la inocencia un grupo de niños. Todos ellos tuvieron que ver a Messi marcar un triplete ‘express’ aquella tarde. No hay registro si esos goles fueron tan rápidos como los que le hizo al Rayo Vallecano en Camp Nou en marzo del 2015 (demoró solo 12 minutos). Lo que sí quedó grabado, es que Leo se llevó su primer "Balón de Oro".
“Nunca lo había visto tan feliz hasta ese momento. Mi niño estaba muy contento por la bicicleta que ganó con Newells”, relata Celia Cucittini para las cámaras que se encargaron de grabar la película sobre la vida de su hijo. Como aquel 11 de enero del 2016 en Zürich, la mamá y el resto de la familia estaban para ver al Leo ganador.
Contenido GEC