Dos personalidades. Esto es lo que está mostrando el Barça en este inicio de temporada. La buena, la de Doctor Jekyll, la que ofrece en casa (12 goles a favor en 3 partidos). La mala, la que tiene la capacidad de cometer los peores crímenes como Míster Hyde, fuera de casa, donde no solo no ha ganado, sino que ha mostrado su peor versión en años.
Esto puede tener múltiples explicaciones. La primera, que después de ganar 8 de las últimas 11 Ligas, el Barça focaliza sus fuerzas en otros objetivos y solo responde cuando tiene el fervor de su gente. Fuera de casa, cuando las cosas se ponen crudas, sin el apoyo de los suyos y sin la tensión necesaria, el Barça afloja (¿o se reserva para el tramo decisivo?).
La segunda, que cuando todo el mundo se preparaba para una larga temporada, el Barça estaba entre Japón y Estados Unidos en dos giras internacionales para hacer caja. Giras comerciales que no sirven para ponerte a tono, con lo que el equipo necesita rodaje para encontrar su mejor versión y esto, si es en plena competición oficial, pasa factura.
Y la extra: Messi está prácticamente inédito. Por culpa de las lesiones, quizá obra de Mr. Hyde, lo único que ha hecho hasta ahora ha sido devolverle la credibilidad al único premio que no tenía. Por fin, The Best es para the best. Porque si el premio es para el mejor, no hay dudas, por más títulos que ganen otros colectivamente. No hay nadie que haga lo que hace y tantos años seguidos. Que se fije bien en él Ansu Fati, que su revolución ya ha llegado y en Barcelona soñamos en su sucesión.