La selección española recargó energías en un domingo tranquilo en la Ciudad del Fútbol, sin salida planificada por el seleccionador Luis Enrique Martínez, que anda pendiente de la evolución de Pablo Sarabia, quien apura con tratamiento sus opciones de llegar a las semifinales ante Italia.
El cansancio acumulado en el torneo, las dos prórrogas consecutivas de octavos de final ante Croacia y cuartos frente a Suiza, invitaron al descanso de la selección y no se produjo una salida conjunta para celebrar una comida de confraternización como ocurrió en dos ocasiones desde el inicio de la concentración.
Los internacionales pasaron el día en su ‘cuartel general’ de Las Rozas entre ejercicios suaves de recuperación sobre campo y en el gimnasio, tiempo para la piscina, sala de juegos y el descanso.
La única preocupación de Luis Enrique está en Sarabia. El seleccionador quiere esperar hasta el último momento, analizando su evolución, antes de tomar una decisión sobre el once que pondrá en liza ante Italia en las semifinales que el martes acoge Wembley.
La resonancia magnética a la que se sometió el jugador español del PSG no mostró la existencia de una rotura muscular. Sarabia se dañó al inicio del partido de cuartos y sigue teniendo molestias en el aductor derecho, donde sufre una pequeña contractura.
El domingo, según informan a Efe fuentes de la selección, realizó trabajo de fisioterapia y se trató con la bomba diamagnética, una máquina que aplica una terapia que acelera las recuperaciones. Sarabia integrará la expedición a Londres y en función de su evolución en las próximas horas se tomará una decisión sobre su presencia en el partido de semifinales entre jugador, cuerpo técnico y médicos.
España completará el último entrenamiento antes de las semifinales en su lugar de concentración en el campo principal de la Ciudad del Fútbol. Viajará a Londres tras la comida, en un vuelo chárter que partirá de Barajas.
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