Barcelona anda obsesionado con los fichajes después de la venta de Neymar y la derrota en la Supercopa de España frente al Real Madrid. Ya lo dijo Busquets: “necesitamos fichajes”. Con un equipo bastante endeble con la partida del brasileño, la directiva culé espera asegurar el pase de Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé luego de la compra de Paulinho.
El Barcelona se dejó en la contratación de Paulinho 40 de los 222 millones de euros que percibió por la salida de Neymar.
A expensas de que supere el reconocimiento médico, Paulinho se convertirá en el cuarto jugador más caro de la historia del Barça (junto al holandés Marc Overmars y David Villa), sólo por detrás de Neymar (86 millones de euros), Luis Suárez (82 millones de euros) y Zlatan Ibrahimovic (69,5 millones).
La noticia y las cifras del fichaje suscitaron las protestas de los aficionados al Barça, que soñaban con la llegada del italiano Marco Verratti, un centrocampista de más toque y clase que el rocoso Paulinho.
Tanto los periodistas de la prensa deportiva catalana, como aficionados del Barça publicaban este lunes su disconformidad con el fichaje en las redes sociales.
"El objetivo, al principio del mercado, para el centro del campo era Verratti. Hoy el Barça anuncia a Paulinho. Ilusionando a la afición...", tuiteó Albert Rogé, periodista del periódico Sport.