Miércoles 14 de marzo del 2018. Ahí sentado en el banquillo del Chelsea, Pedro se sentía un advenedizo frente a miles de aficionados. Formado en las canteras del Barcelona, la sensación del delantero ‘blue’ era como la de un jugador que enfrentaba a su país de origen. Pedro se llenaba de nervios y emociones propias de un partido de Champions, como también a la de un hijo que sabe que tiene de enfrentar a su ‘padre’ en un duelo de vida o muerte. Todo, sin embargo, cambió cuando entró en el minuto 82 en reemplazo de Eden Hazard.
A su salida al césped de juego, los culés se pararon y aplaudieron a Pedro, aquel futbolista que supo darle alegrías a los azulgranas en partidos claves como títulos en la era Guardiola. El seleccionado español no se fue mal de Barcelona, sino que buscaba oportunidad de titularato y no podía hacerlo cuando un equipo tenía a Messi, Suárez y Neymar como tridente. Ahora, sin el brasileño, el atacante español se habría ofrecido a volver a jugar con ellos.
“Lo que daría por estar en este vestuario”, dijo Pedro a sus compañeros en el camerino luego de la eliminación del Chelsea. El ex culé decidió quedarse unos minutos más en el campo para recibir los cánticos de los aficionados, así como después dirigirse al vestuario para hablar con Messi, Iniesta y demás miembros de la plantilla catalana.
Profesional como pocos, días después de su emotivo reencuentro con la afición del Camp Nou y sus excompañeros, y pese a caer eliminado de la Champions, Pedro volvió a ser decisivo para el Chelsea. El delantero canario marcó en la prórroga el gol que situaba al Chelsea en las semifinales de la FA Cup.