En el mercado de fichajes de mitad de año de 2017, Barcelona supo hacerse con los servicios del extremo francés Ousmane Dembélé al pagar 105 millones de euros. El ex jugador del Borussia Dortmund llegó como una estrella al conjunto culé, pero ha pasado desapercibido. Lesionado mayormente, el también ex Rennes ha sido visto más tiempo en la enfermería que en el Camp Nou (solo 395 minutos en lo que va de la temporada).
Además, este lunes el diario AS sostiene que en su edición digital que en el 'Barza' hay cierta preocupación por los hábitos que ha tenido Ousmane Dembélé desde que llegó. Apuntan que es muy descuidado en su alimentación ya que le gusta la comida rápida. Esto - según el citado medio - haría que esté más expuesto a lesiones.
Además, afirman tambien que a Dembélé le gusta la vida nocturna. Añaden que sus padres se han separado y que esto ha hecho que no encuentre bien emocionalmente. No se entienden con sus compañeros y la mayoría del plantel y directiva espera que Samuel Umtiti y Lucas Digne, compatriotas suyos, hablén con él.
El pasado domingo, el delantero estuvo en el banquillo del partido ante Atlético de Madrid (1-0) por la Liga Santander. Ernesto Valvede lo mandó a calentar, pero finalmente decidio por no hacerlo ingresar en la victoria ante los dirigidos por el argentino Diego Simeone.
De otro lado, Ousmane Dembélé se entrena para volver al ruedo con la camiseta azulgrana. Este miércoles se verán las caras ante Espanyol y luego el sábado contra Málaga por La Liga. La próxima semana se medirá ante Chelsea como local por la vuelta de octavos de final de la Champions League.