Barcelona aún no remece el mercado de fichajes con una contratación para revolucionar al equipo de cara a la próxima temporada. Aún tiene hasta el 31 de agosto, aunque los precios que piden los equipos no están acorde al presupuesto de los culés. Primero fue Coutinho. Klopp remitió a la cláusula de rescisión del jugador si es que los catalanes deseaban adquirir sus servicios y ahora han tenido respuesta parecida por parte del Borussia Dortmund.
De acuerdo a medios españoles, una de las debilidades del Barza es el volante Ousmane Dembélé. El francés se encuentra en 90 millones de euros, pese a que la temporada pasada llegó de Rennes a cambio de unos 15. El precio parece desorbitado para la entidad azulgrana, quienes no llegarían a pagar esa suma por una de las promesas del fútbol mundial.
De todos modos, en el club azulgrana se confía en que el futbolista tenga un peso importante para acabar convenciendo a los dirigentes del club renano. Uno de los factores que pueden influir es la destitución de Thomas Tuchel como entrenador del Borussia. El holandéz Peter Bosz, llegado del Ajax, es su sustituto. Dembélé, concentrado con la selección francesa, no escondió en Sky Sports su desconcierto por la marcha de Tuchel, quien apostó por su fichaje. “Estoy decepcionado porque es un entrenador que me ha dado mucha confianza. Thomas estaba siempre allí para mí y me ha enseñado mucho. Es un muy buen entrenador, con quien tuve grandes momentos”. Y añadió: “No sé lo que ha ocurrido. De los problemas interpersonales no he oído nada. Pero nuestra directiva así lo ha decidido, eso es el negocio del fútbol”.
El francés también expresó su malestar con la UEFA por obligar a jugar el Borussia-Mónaco un día después del atentado en el que resultó herido Marc Bartra: “La UEFA tuvo problemas de agenda, pero ninguno de nosotros estaba en condiciones. Discutimos entre sí, muchos no querían jugar, en realidad todos ellos. Pero no podíamos hacer nada, se decidió de esa manera. Nos vimos obligados a completar el juego”.