es nuevo jugador de la de Turín por las próximas -al menos- tres temporada. Y es que firmó un contrato con una cláusula en la que no puede fichar por nadie hasta el 2022. El cuadro italiano pagó 75 millones de euros (más 10 en variables que pidió el Ajax) para hacerse con los servicios del central de 19 años. El , uno de los equipos que lo pretendía, ve cómo uno de sus prospectos no podría ser culé, al menos, hasta ese año, pero tiene motivos.

Para los azulgranas, les era muy difícil competir con la propuesta de la Juventus ante las exigencias del Ajax. Los italianos han estado detrás del jugador desde que ganó el Golden Boy en el 2018. Pero si ya era difícil competir en el monto del traspaso, más lo era la ficha que percibirá el central: 12 millones de euros netos anuales.

Era hacer una gran inversión por un puesto que, con la última llegada de Todibo, el Barcelona ya tiene copado: el francés, Lenglet, Umtiti y Piqué. Además, De Ligt -a diferencia de De Jong- no tenía las misma intenciones de llegar al equipo catalán. A ello se suma la postura del Barcelona, quienes creen que todavía tiene un margen de mejora, por lo que hacer una gran inversión no era prioridad.

La tentanción del fichaje de Neymar es otro de los motivos por los que no se lanzaron por Matthijs. Los culés aún tienen la intención de tener de vuelta al brasileño y no podían gastar más euros de los que planeaban. A todo ello, por último, se le suma la gran comisión de su agente, Mino Raiola, que es de 10%, muy por encima de los 5% que el Barcelona suele brindar en los fichajes que hace. 

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