Antes del autogol de Gerard Piqué, Real Madrid ya había llegado con cierto peligro al arco del Barcelona. Tras la anotación en contra, los blancos siguieron con las acciones ofensivas e incluso pudieron hacer el 2-0 cortesía de Dani Carvajal.
Los blancos iniciaron un contraataque por el lado izquierdo. Karim Benzema, ya en terreno de los azulgranas, encaró a Gerard Piqué. El delantero francés hizo un regate para dejar tendido en el piso al central blaugrana.
Después, el atacante galo levantó la cabeza y cedió la pelota a Dani Carvajal, quien siguió la acción ofensiva del Real Madrid por el lado derecho. El lateral madridista ensayó el remate en primera al arco.
El disparo del defensor no llevó mucha fuerza y le dio tiempo a Jordi Alba para sacar la pelota en la línea. Así, los azulgranas salvaron de ver su meta caída por segunda ocasión.