Samuel Umtiti llegó al FC Barcelona en el mercado de fichajes de verano de 2016 y al poco tiempo se convirtió en uno de los mejores del mundo en su posición. Las primeras temporadas del defensor francés fueron tan buenas que hasta llegó a ser comparado con el mítico Carles Puyol. Sin embargo, de 2018 en adelante, el central galo pasó de vivir en un edén a pasar sus peores horas en una especie de infierno del que hoy reniega. Desde Italia, donde juega cedido en el Lecce de la Serie A, el exfutbolista del Lyon recordó los duros momentos que vivió como azulgrana durante los últimos años.
“Lo único que necesitaba era sentirme apreciado, útil y respetado. En Catalunya pasé cuatro años en prisión, no solo a nivel deportivo, sino también en la vida cotidiana”, dijo el defensor campeón del mundo en Rusia 2018 en entrevista con Canal +.
Y así fue como intentó justificar su dura declaración contra el Barcelona: “Al principio, después de mi mudanza a España, me sentí apreciado y jugué a un buen nivel. Entonces empecé a sentir desconfianza, me sentí mal y me di cuenta de que ya nadie creía en mí”.
Ha pasado el tiempo y ahora Umtiti afirma sentirse feliz en el sur de Italia, peleando con el Lecce para evitar el descenso a la Serie B. “Fue un desafío para mí. Sé bien que salvarse, en estas tierras, vale como un campeonato. Está bien, porque aquí encontré mi sonrisa nuevamente y estoy agradecido con la sociedad por eso”.
Umtiti está disfrutando de su temporada, en la que ha vuelto a tener protagonismo y no hace planes. “Ahora solo pienso en evitar el descenso. Hace algún tiempo, mi amigo Lacazette vino a verme y pensamos que, antes de retirarnos, sería bueno jugar un poco más juntos”.
Su contrato con el Barça expira en 2026 y no parece para nada dispuesto a volver tras el final de su cesión: “Quiero seguir sintiéndome bien, lo logré en Italia. Me encanta el idioma, la comida y la moda”.
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