Barcelona fija la salida de Ousmane Dembélé, aunque prácticamente lo hace impagable en el presente mercado de fichajes. Josep María Bartomeu se ha reunido con los dirigentes catalanes y han hablado lo que implicaría la salida del extremo culé para las aspiraciones de la institución en LaLiga, Copa del Rey y Champions League. Barcelona quiere pelear todos los frentes y, por ahora, no pretende la salida de un jugador que soluciona la falta de gol del equipo, cuando el juego catalán no encuentra su forma en el césped de juego.
El precio de salida de Dembélé se remite a su cláusula de rescisión: 400 millones de euros. Si algún club top de Europa desea fichar al seleccionado francés, el Barza no recibe ni un euro menos al monto que acordó con el ex Borussia Dortmund cuando llegó a Camp Nou.
Si bien las tardanzas de Dembélé tienen harto a los directivos como miembros del club, se espera que el atacante reflexione y vea segura su continuidad en uno de los equipos más importantes de Europa. Ya han hablado con él los jugadores del plantel, así como el mismo Ernesto Valverde. Dembélé tiene que cambiar sí o sí, no se espera menos.
Las ganas que Ousmane tuvo entonces de arrojar la toalla y pedir una salida del Barça, han quedado atrás. En ese momento, Arsenal, Chelsea y PSG pensaron que podrían llevárselo por menos de los 140 millones que costó (entre 105 fijos y los variables que resultaron ser fijos). La reunión de la cúpula deportiva con sus representantes, Sissoko y Lichtsteiner, fue un punto de inflexión. Se comprometieron a hacerle ver al jugador que tenía que ser profesional.