
Cuando parecía que el gol tempranero de Kylian Mbappé iba encaminar la comodidad para el Real Madrid, Lamine Yamal levantó la mano para poner tablas en el marcador. Tras recibir un pase en cortada de Robert Lewandowski, el canterano culé se internó en el área merengue para hacer de las suyas: enganchó para engañar a Ferland Mendy y Aurélien Tchouaméni, se perfiló para su zurda y sacó un tiro rasante para vencer Thibaut Courtois. Este tanto no solo supone el 1-1 a favor del Barcelona, sino la confirmación de que estamos ante uno de los mejores jugadores del planeta. Lamine no es el futuro, sino el presente del cuadro azulgrana.