Era penalti y no había discusión. El que se señaló en contra del y también el que no se le señaló a favor en el último minuto y que le habría permitido llevarse los 3 puntos. Era la misma situación, pero esta vez el criterio del colegiado cambió e, incomprensiblemente, no se revisó en el videoarbitraje.

La polémica y las dudas sobre el VAR son mundiales. Yo estoy muy a favor de aplicar la tecnología en el fútbol, porque creo firmemente que puede ayudar a hacer más justo este deporte, el único donde se ‘pueden’ hacer trampas.

Con el VAR, el objetivo es ayudar al árbitro a minimizar los errores enseñándole lo que todos vemos claramente por la televisión y que él, en directo, no puede ver. Pero entiendo que las dudas empiezan cuando por la televisión se ve claro y nadie en el VAR le indica que ha habido una infracción.

Confío que poco a poco se vaya consiguiendo la unificación de criterios y, con ello, un mejor arbitraje. Mejor y más justo. De momento, en este período de introducción, tendremos que aprender a convivir con errores que nos indignarán y que quitarán puntos que afectarán a la clasificación, pero es el proceso lógico de las novedades. Ensayo-error.

En el mismo período está Griezmann, que empieza a sentirse cómodo en esta versión más vertical del Barça. Una versión que permite a los de Valverde llegar con más rapidez al arco contrario pero que a la vez convierte los duelos en un ida y vuelta peligroso. Paciencia.

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