Artur Chupyra, un niño ucraniano refugiado en Valencia como consecuencia de la guerra de su país, hizo el saque de honor en el encuentro Levante-Espanyol, que se disputó este sábado en el estadio Ciutat de València como homenaje a todos los niños de su país afectados por el conflicto. El menor, que se encuentra acogido por una familia de seguidores del cuadro granota que le acompañaron al estadio, fue aplaudido por la afición, el equipo arbitral y los jugadores de ambos conjuntos.
Artur llegó a Valencia esta semana tras huir de la guerra en Ucrania y que este viernes ya estuvo en el Ciutat de València, donde saludó a los jugadores, en especial a Roger Martí, uno de sus ídolos, ya que al haber visitado València en otras ocasiones estaba familiarizado con el equipo.
Rescatado junto a su familia en Bucha, se trasladó a Kiev y desde allí, primero en tren y luego en un autobús llegó esta semana a Valencia. Según la transmisión del partido, Artur se sentó en el palco de honor del Levante, detrás del presidente Quico Catalán.
En el primer tiempo, Levante y Espanyol igualaron sin goles en un encuentro de más iniciativa local pero con pocas ocasiones, ya que ambos equipos estuvieron pendientes de mantenerse ordenados y conceder lo menos posible al oponente.
Unos y otros trataron de mantener posesiones largas de balón para mover al rival y encontrar espacios en jugadas en profundidad, en las que el Levante fue más incisivo, aunque sin claridad en el tramo final.
La más clara ocasión de gol la tuvo el lateral local Pubill a los 28 minutos tras un pase atrás de Bardhi en la que no acertó.
Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.
Contenido GEC