Iker Casillas le dijo adiós al fútbol. Sin lugar a dudas, el guardameta español pasará a la historia por todo lo que consiguió a través de sus 21 años de carrera, tanto dentro y fuera de un campo de fútbol. Y es que el jugador formado en el Real Madrid nunca se olvidó de sus orígenes, y siempre que estuvo a su alcance no dudó en apoyar campañas solidarias, en muchos casos sin importar el momento y las distancias.
Corría el año 2008, España acababa de conseguir la segunda Eurocopa de su historia. Habían transcurrido 44 años largos años para que la ‘Furia Roja’ pueda tocar nuevamente la gloria en su continente. Iker Casillas, había sido una de las grandes figuras del conjunto conducido por Luis Aragonés, pero no tuvo mucho tiempo para celebrar, ya que tenía que viajar 9218 km para cumplir un compromiso con la pobreza del Perú.
Casillas había sido convocado por la ONG, ‘Plan Internacional’, la cual trabaja con el fin de ayudar a niños desfavorecidos. Iker, no dudó en acudir al llamado y llegó hasta Cusco para conocer la nueva escuela que tenia a su cargo esta organización en la localidad de Ollaytatambo.
No estuvo solo, junto a Emilio Butragueño, también se dieron cita en Patabamaba (a 3.800 metros de altura), donde disputaron un partido contra decenas de niños de dicha comunidad.
El lema de la campaña era ‘Parar la pobreza’, y al finalizar el encuentro Casillas y Butragueño donaron más de cien pelotas, firmaron autógrafos y se fotografiaron con los asistentes a esta jornada histórica para la comunidad que cuenta con aproximadamente 200 familias.
Fue así como uno de los mejores arqueros del planeta, hizo un hueco a su recargada agenda, para ayudar a defender y promover las necesidades y derechos de los niños cusqueños.
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