El difunto Johan Cruyff revela en su autobiografía la trascendencia de su familia en las decisiones que tomó en su carrera y se atribuye haber cambiado con Holanda el curso de la historia del fútbol y haber rescatado a Pep Guardiola para la competición de alto nivel.
El suplemento del diario "L'Équipe" adelanta hoy varios extractos del libro "Memorias" que Johan Cruyff escribió antes de morir el pasado marzo a los 68 años junto al periodista del "Sunday Times" David Walsh y que saldrá a la venta en Francia el 6 de octubre.
En ellas, el genial futbolista y luego entrenador se muestra como un hombre muy afectado por la temprana muerte de su padre, cuando él tenía doce años, de quien heredó su pasión por el Ajax de Amsterdam y con quien aseguraba seguir hablando muchos años después de su desaparición.
Futbolísticamente, Cruyff no esconde algunos de los que considera sus logros, como haber hecho de Guardiola un jugador para el Barcelona.
"El Barcelona quería librarse de él. Lo consideraban un flacucho, malo en defensa y nulo en el juego aéreo. Lo que nadie veía era que tenía las cualidades básicas para llegar alto: inteligencia en el juego, rapidez en la ejecución, técnica. Si no hubiese estado yo en el Barcelona, habría sido seguramente vendido a un club de Segunda División", recuerda.
Cuando a Guardiola le ofrecieron hacerse cargo del primer equipo del Barça, el holandés le dio a su gran heredero espiritual su "regla de oro": "Quería ante todo subrayar que él debía ser el jefe, quien tomase las decisiones y quien asumiese las consecuencias (…) En ese sentido, Pep está en la misma línea que yo".
LEE TAMBIÉN…