Lo que en la pizarra se rompió, en la pizarra se soluciona. La nueva convocatoria de Luis Enrique llegó a manera de un álbum de figuritas, que el seleccionador de España iba revelando y acomodando en una pizarra. La sorpresa llegó cuando fue el turno de abrir el sobre del Barcelona y apareció Jordi Alba. El lateral izquierdo es la principal novedad, luego de estar ausente en las dos primeras convocatorias del técnico asturiano, con quien había roto todo tipo de relación a inicios de 2017. ¿Qué pasó?
El desencuentro entre ambos se dio hace más de un año, cuando Luis Enrique era técnico del Barcelona y tenía que acomodar las piezas para gestar una remontada épica de 4-0 frente al PSG por la Champions League, la cual consiguió en aquella mágica noche en el Camp Nou con el 6-1 de Sergi Roberto a último minuto.
Para dicho encuentro de vuelta, Luis Enrique prescindió de Alba en el equipo titular y pasó a jugar con un 3-4-3 en el que Rafinha ocupaba la banda izquierda como carrilero.
El buen resultado ante los parisinos llevó a que el entrenador apostará en los próximos duelos por ese sistema y dejó a Jordi en el banquillo cinco partidos consecutivos.
Desde entonces la relación de ambos se fue deteriorando al punto de que el jugador le envió un recado tras la llegada de Ernesto Valverde: "Seguro que me irá mejor que con Luis Enrique. No he tenido los minutos que tenía, pero espero que ahora me vaya mejor". A partir de ahí, no hubo más relación entre técnico y futbolista.
Una llamada cambió todo
Sin embargo, el gran momento de Jordi Alba con el Barcelona, que carga sobre la banda del jugador gran parte del juego, e incluso ha encontrado gol con él, no le dejó a Luis Enrique más remedio que convocarlo, aunque primero tuvo que hablar con él.
Según apuntan desde España, el seleccionador llamó al jugador azulgrana para limar asperezas y confirmarle que sería parte de la lista para los duelos frente ante Croacia por la UEFA Nations League, y en el amistoso ante Bosnia.