Raúl ganó tres Champions League con el Real Madrid. (Foto: Getty Images)
Raúl ganó tres Champions League con el Real Madrid. (Foto: Getty Images)

No era por mí nombre, sino por la letalidad que tenía de cara al gol cuando lo veía de niño. Aún recuerdo como si fueran ayer las transmisiones de América Televisión de los partidos de LaLiga de España. Raúl, Raúl, Raúl, Raúl, Raúl, Raúl, ¡Raúl! Gol del . El primero de la tarde, lo hizo Raúl narraba Raúl Maraví en ese entonces en los 90. En una época en donde era difícil imaginar que aparecerían futbolistas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, el ‘Ángel de Madrid’ alegraba mis tardes por la sutileza de sus goles: definición en primera de zurda, aparición y desmarque para quedar solo contra el arquero o vaselina frente al portero. Si Romario era – sin duda – el mejor definidor del mundo, Raúl tampoco se quedaba atrás.

En épocas cuando ni siquiera la Champions League no tenía la repercusión de ese entonces, imaginaba como sería ver un gol de Raúl en un estadio como el Bernabéu. Público lleno, un ambiente cerrado y, sobre todo, tribunas pegadas a la cancha. Como digo, eran los 90. Las imágenes que llegaban desde la capital de España eran muy distintas a las que se veía en Perú y la cantidad de partidos que podía verse en la televisión abierta era ridícula frente a lo que llegaría después con el cable, con encuentros televisados por ESPN y FOX Sports. Raúl era una de las grandes apariciones en el fútbol de España y era imposible no ver su presencia. No había TV de 40 pulgadas, tampoco alta definición de la pantallas, pero la esencia del juego es la misma y era imposible no encantarse como el fútbol que tenía el atacante madridista.

El tiempo hizo después lo suyo: Raúl ganaría tres Champions League, dos Copas Intercontinentales y un sinnúmero de trofeos a nivel doméstico con el Madrid. Pero, años después, recuerdo con tristeza cuando no lo convocaron a la Eurocopa del 2008. Si algo le faltaba a uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, era un campeonato con su Selección. Luis Aragonés decidió no llevarlo pese a Raúl se reinventó con el paso de los años y ese fue un golpe doloroso. Raúl se lo merecía por su trascendencia, por su liderazgo y, sobre todo, por su actualidad. Hoy tan solo le hago un homenaje a otros de los futbolistas que me hizo ser un fanático del fútbol.

¿Sus mejores goles? Podemos debatir, aunque tengo tres: el gol ante el Vasco da Gama en la Intercontinental, el del silencio al Barcelona en el Camp Nou y el de la final ante el Bayer Leverkusen. Soy el del Atlético de Madrid, pero es imposible no rendirse ante uno de los grandes.

No era solo por mí nombre, sino por la letalidad que tenía de cara al gol cuando era apenas un niño. Recuerdo las transmisiones de América Televisión de LaLiga de España.

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